Ucrania,

Revelaciones sobre nuestras democracias

Ucrania está hoy en el favor de Dios, porque a pesar de los millones que Stalin hizo perecer de hambre durante el Holodomor, en nombre de un sistema sin Dios, no dobló la rodilla y permaneció apegada a Jesucristo su Salvador, donde la antigua Unión Soviética idolatraba éste que llamaba el Pequeño Padre de los Pueblos. Al igual que los zares, que también fueron llamados así, a través de la idolatría de la imagen perfecta de Dios que les concedió la Iglesia Ortodoxa Rusa, este exterminador toma hoy espiritualmente el lugar de Jesús.

Es de esta manera que el Espíritu Santo está guiando hoy a Ucrania hacia las democracias judeocristianas, en azul claro en el mapa. Rusia, cuyo modo de operar ha retrocedido al dictado por Satanás, a un retorno al homo sapiens anterior a Adán y Eva, se está volviendo contra lo que considera los restos de sus descendientes, a través de Ucrania, según Apocalipsis 12-17.

Ucrania,

Revelaciones sobre nuestras democracias

Llamamos democracias judeocristianas a lo que Jesús llamó la Iglesia, a través de los escritos del apóstol Juan en el libro del Apocalipsis. Por eso no sabemos ver, ni en qué tiempos estamos, ni cómo estos millones de ucranianos exterminados para servir al ideal ateo de Stalin, colocan a Ucrania y al Occidente cristiano bajo la mirada de Dios.

Como en la época de Adán y Eva, el ángel caído, que había sido colocado por Dios como guardián espiritual sobre el instinto animal del homo sapiens, está intentando, a través de Vladimir Putin, hacernos manejar nuestra conciencia, a través del sistema represivo que él llama "nuevo orden mundial", mientras que, desde 6000 años, éste es condenado por Dios a desaparecer. Su propósito es destruir la conciencia colectiva occidental establecida por Jesús en nuestras democracias, allí donde Dios ahora quiere guiar a todos hacia el descubrimiento del Amor de la NATURALEZA DIVINA del Espíritu Santo, al que Satanás no tiene acceso.

Por lo tanto, la necesaria inversión resultante del uso del sistema emocional individual y societal está en la raíz de todos los conflictos y fundamentalismos actuales en todo el mundo. Si, hasta la restauración de Israel, Dios utilizó los consensos societales/religiosos que gestionando al mejor el amor egocéntrico de origen animal, quiere que sea la reconstrucción del Templo del Espíritu Santo en los seres humanos, idéntico a éste de Jesús, cuando aún estaba en la tierra, que trae un verdadero colectivo según Dios al mundo de mañana.

Este cumplimiento individual, por parte de Jesús en el cielo, sobre el ser humano nacido inicialmente bajo la tutela represiva del ángel caído, tendrá el efecto de atar a Satanás por mil años, y de abrir el reino de Jesús en la tierra y en el cielo, trayendo a Israel al Libertador esperado desde milenios.

Esto es lo que el Anticristo busca evitar a través de Vladimir Putin y sus acólitos, quienes, por falta de no poder aquejar directamente a las democracias, amparados por la obra de Jesús en la Cruz, se ha vuelto contra el resto de sus descendientes, según Apocalipsis 12-17, que él considera ser la Ucrania.

Por lo tanto, todas las armas del mundo son útiles para salvar a Ucrania, pero vanas, si no luchamos espiritualmente la buena batalla contra Satanás, que ya ha reemplazado a Jesús con Stalin en la conciencia colectiva rusa, para que su viejo mundo perdure.

La guerra que se librará para salvar a Rusia y Ucrania, de las garras de Vladimir Putin, tal vez vea a Rusia en la Unión Europea, que el zar Alejandro I imaginó en 1815, a través de una comunidad europea pacífica, con una referencia cristiana.