La paradoja de la iglesia
Podríamos citar muchas paradojas de la iglesia, pero no hay nada de asombroso a eso puesto que la vida de cada uno a menudo se cumple con contradicciones y que formamos lo que se llama la iglesia.
El primero sería pues para nosotros, la crítica gratuita de la iglesia, puesto que sería serrar la rama del árbol sobre la cual nos sentamos.
Es cierto que a lo largo de los siglos no seríamos los primeros, ya que cuánto iglesias en el mundo aún hoy son realmente conscientes actuar así, cuando combaten el mundo Judío. Ellas mismas cortan el pie del árbol sobre el cual están injertados. ¿Cómo podrán recibir la verdadera comida de Dios? Reciben únicamente la sentencia de reproducir los errores de aquéllos que juzgan. Jesús era el Más judío entre los Judíos, puesto que vino a “REALIZAR” la Ley Judía otorgada por Dios a Moisés. Entonces atención de no hacer de la iglesia una postura que Dios rechaza. ¡El pueblo Judío es el Pueblo electo y lo permanecerá ya que Jehovah Dios, es "El Eterno Yo Soy" que mantiene sus promesas!
Por ello Jehovah Dios de nuestros padres construyó Francia que su Rey Clovis le dio, y que oímos bien numerosos cristianos franceses criticar su propio país. Francia al igual que hombre o toda nación se hace de espiritual y de carnal. El problema viene cuando las personas espirituales no hacen lo que Dios demanda a ella por la fe y dejan realizar a los otros lo que ellas mismas deberían instituir. Es lo que fue a Francia, especialmente desde 1936, gran principio de las leyes sociales que se encuentran haber sido realizado por aquellos que no reconocían generalmente a Dios. ¿Estaba la falta de los que no conocían a Dios o más bien debido a las personas “espirituales” ellas mismas que se dejaron engañar por dar razón a sus extremismos codiciosos, más que al Amor de su próximo como Dios lo había deseado?
Esta iglesia que utiliza así a menudo las promesas de Jesús “y la verdad le volverá libre”, para hacer de sus adeptos esclavos más vinculados a la iglesia que a Dios él mismo, no es sin errores. La prueba, hacemos partido de ella.
Diremos pues que el perfecto existe en Dios y no en el hombre, pero que conviene a cada uno quedar vigilante por poner a continuación SU FE más bien que su favoritismo incondicional para la iglesia. El cristiano está el que debería utilizar más su fe, mientras que está él el primero a seguir únicamente la enseñanza, la enseñanza y aún la enseñanza. ¿Cómo podrá estar agradable a Dios, puesto que sola nuestra fe por seguirlo, está agradable a él?
No responderemos a esta cuestión, ya que conviene a cada uno llevar a la práctica su fe con la ayuda de Dios, tanto en la iglesia como fuera de la iglesia, pero atención de honrar Dios antes de la iglesia. Estaría si no el más grande de las paradojas, seguir el hombre para encontrar a Dios…