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3 - Cuando el mejor se vuelva en el enemigo del bien


3 – 2 - Las guerras fratricidas y hacia el mundo exterior están en una búsqueda del mejor, enemigo mortal del bien.


No es un eufemismo que de avanzarse hacia el "bien" más que de buscar "mejor", ya que es fácil entender en Jesucristo la diferencia entre un mejor carnal vivido por tanto iglesias y religiones, y un simple bien equilibrado que vale más allá de toda cosa, en el campo espiritual de Dios. El "bien" será todavía de una dimensión muy superior al "mejor carnal" que llena sin embargo el planeta. Es debido a este mejor que tanto y tanto se hacen la guerra mucho más que podemos imaginarlo, tan numerosas están los verborreas a veces igual destructivos que las guerras probadas.

Hay en eso las guerras fratricidas internas y las conducidas afuera del mundo cristiano. Las guerras fratricidas, aunque distintos tamaños, se encuentran a todos los niveles. Van de los simples conflictos entre cristianos a las bombas que hacen la una de los Diarios, y por las cuales el nombre de Dios regularmente está ensuciado, pero hay más pérfido. Hay estas entre congregaciones, aquéllas en las cuales podemos dar buena apariencia haciendo bonitos rezos por nuestros hermanos de las otras iglesias y confesiones delante de la asamblea reunida, con el fin de hacer bien valer nuestro "más",  nuestro “mejor”, nuestra nobleza de sentimientos y afirmar en los minutos que siguen que Francia por ejemplo se cristianiza al menos de 1%, omitiendo contar TODAS LAS DEMAS CONGREGACIONES cristianas. Son esta clase de hipocresías, que hacen más de mal. Estas hipocresías aprobadas en toda buena fe, por la gente que no tienen cuidado, porque incluso repetidas como verdades por el mayor número de ellos.  Cada uno sabe que es fácil defenderse de ataques verbales, pero esta clase de mañas, siempre impunes por los hombres, se encuentran sin embargo al Trono de la Gracia de Dios rechazada por Dios él mismo. ¿Entonces cómo no entender, lo que nuestros rezos no estén concedidos? ¿Si estaban satisfechas, por quién el serían? ¿Por el que dice "que os améis los unos a los otros", o por el que dice ojo por ojo y diente por diente?

Es cierto que eso no es nuevo, puesto que el apóstol Santiago ya hablaba de eso en su tiempo. Santiago 3-8/15 : Pero ningún hombre puede domar su lengua; porque es un mal incontrolable, llena de veneno mortal. Con ella bendecimos al Señor y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que han sido creados a la semejanza de Dios.  De la misma boca sale bendición y maldición. No puede ser, hermanos míos, que estas cosas sean así.

¿Será posible que de un manantial brote agua dulce y amarga por la misma abertura?

Hermanos míos, ¿puede la higuera producir olivas, o la vid higos? Tampoco de una fuente de agua salada brota agua dulce.

¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? ¡Que demuestre por su buena conducta sus obras en la mansedumbre de la sabiduría! Pero si en vuestros corazones tenéis amargos celos y contiendas, no os jactéis ni mintáis contra la verdad. Esta sabiduría no es aquélla que desciende de lo alto, sino que es terrenal, animal y diabólica.

No es nosotros, pero la Biblia que dice que aquél que beneficia de tales oraciones se llama Satanás. Estas actitudes pérfidas nacen de un intelecto que reconoce eventualmente lo que el Santo-Espíritu espera de la iglesia, pero que deja hablar su corazón no renovado en los minutos siguientes. No está todavía debido a una falta de sinceridad, ni mismo de buena voluntad, pero de una falta de conocimiento de nuestra naturaleza que da razón a rivalidades ancestrales por miedo de estar considerado si mismo para cantidad desdeñable.

Estas guerras fratricidas no son cuantificables tanto ellas son numerosas, al igual que estas hacia la gente del "mundo". La palabra “mundo” no estaría en sí mismo tan vulgar, si su empleo no se acompañaba en general de suficiencia y desprecio, que señala bien el menor valor concedido a este “mundo”, habida cuenta de sus diferencias.

El miedo de la comparación trae a la denigración de lo que tememos, y lo que tememos viene únicamente a veces del solo nombre "de iglesia" que llevamos, porque queriendo nos representar a Dios y dar una buena imagen de nosotros mismos con el fin de no desacreditar la imagen que tenemos de él. La actitud es ciertamente encomiable, pero olvida que la real buena actitud es denunciar sus errores como cada uno debería hacerlo, más que de deber encubrir orgullosamente sus faltas para poder decirse puro y a la imagen de Dios. Nuestras palabras presuntuosas utilizadas para bien consolidarnos delante de nuestra familia spiritual, se convierten en un factor siempre multiplicador de angustia ante el miedo de perder nuestro prestigio de alguna manera que sea.

Encontramos así durante la historia, un enemigo pública número uno, un enemigo juzgado a menudo mortal por un gran número de iglesias y religiones, que representa la ciencia en general. Este combate de las religiones contra el conocimiento no es nuevo, y sin querer citar recientes combates, cada uno o casi, conoce los sinsabores que vivió gente tal Charles Darwin o todavía Galileo que afirmó que la tierra volvía en torno al sol, y que fue excomulgado a causa de eso por la inquisición, sacrificado realmente a la causa de una política anti protestante.

Estas guerras están sin límites y está por eso que subsisten siempre partidarios hoy día del evolucionismo y otros de la generación humana espontánea desde Adán y Eva, debido al hecho que la biblia engloba todo el período previo a la conciencia humana a algunas frases, bien suficientes para expresar la globalidad de la cosa.

No estamos aquí para defender la ciencia en detrimento de las religiones, ya que la ciencia afirma un día lo que contradice a veces el día siguiente, reconociendo que se equivocó. Está sin embargo en el reconocimiento de sus errores en toda verdad y sinceridad, que se vuelve entonces victoriosa, lo que falta mucho a las iglesias y religiones que hacen tan a menudo el contrario de lo que enseñan.

Indudablemente, cuando profundizamos un poco comportamiento de estos científicos, juzgaron si a menudo herético por muchos religiosos, encontramos la humildad para reconocer sus posibles errores, lo cual es una cualidad fundamental para seguir a Jesús por la fe! ¿No le parece extraño, para de las personas que a menudo dicen que Dios no existe?

Esto puede parecer ambivalente para muchos religiosos, denunciar errores de un pasado aún reciente, pero Jesús dijo hace casi 2000 años "porque los hijos de este siglo son más sagaces en las relaciones con sus semejantes que los hijos de la luz”.

La "sagacidad" que puede parecer en un primer momento, no concernir este tipo de actitud y, sin embargo, si profundizamos un poco las motivaciones de cada uno, encontramos con la evidencia, el origen de esta sagacidad.

El científico, generalmente, dedicó su vida a promover lo que él cree justo: aliviar los males de los seres humanos que viven en esta tierra. Por lo tanto, él respeta más, aquel o aquellos que quiere aliviar, que su propia gloria. Si encuentra un error en una de sus teorías iniciales, probablemente como cualquier humano intento a veces defender lo indefendible, pero se doblará por respeto a la persona humana y humildemente vuelve a su primer análisis. Éste se convertirá en sagaz para con su semejante, porque su principal motivación es el bien de su semejante.

¿Es necesario que después de eso, comparar la actitud religiosa endurecida en sus propios valores?

Si nuestra profunda motivación es una mejor renovación de nuestra naturaleza hacia la naturaleza de Este Dios de Amor, para que todos puedan disfrutar de Él en un desarrollo personal y que será un placer a ver para nosotros, entonces, probablemente, si caemos en cierta medida en error, nosotros se arrepentiremos en la imagen del rey David. Si al contrario, estamos más vinculados a nuestro prestigio que al avance real en el corazón de Dios, actuaremos sin sagacidad porque sin respeto a estos que Dios puede haber confiado a nosotros.

Otra vez encontramos en las palabras de Jesús, la guía para saber en qué dirección debemos ir, porque Él nos dijo: Por sus frutos los conoceréis. Es por qué, sin caer en la aceptación del error, en el que algunos científicos pueden entrar involuntariamente, podemos ver cómo ciertas congregaciones religiosas, permanecen abiertas a las verdades naturales reconocidas por la ciencia y como muchas otras, a menudo las más vehementes, en la negación total de la misma. Es útil por lo que hacemos la relación con los párrafos anteriores, para ser plenamente consciente de que la terquedad religiosa, que tan a menudo ha demonizado la ciencia y lo que fluye de ella, no era otro que el mejor carnal desarrollado por algunos, para hacer valer sus propios "pretendidas revelaciones divinas", su "superioridad" espirituales en relación con otras iglesias o siervos, mientras que estas "revelaciones" habían sido dictadas a ellos por Satanás a causa de su propia dimensión carnal.

El hombre es así y es por eso que debemos permanecer atentos para discernir las trampas establecidas por nuestra naturaleza carnal tanto como permanecer atento a las trampas en las que otros nos podrían llevar por su simple buena voluntad adquirida sin la ayuda de Este Dios de Amor. Es en la humildad del equilibrio y no en una supremacía de grandes señores, que Dios quiere llevarnos.

¿El hombre es ciertamente bonito en sí mismo, pero que decir entonces de esta humanidad a las apariencias tan miserables cuando nos convertimos en espectadores de todas sus fechorías en el mundo?

Lo mejor siempre será en una dimensión carnal de la rivalidad, es por qué será siempre sin comparación con el resultado de una simple "bueno" que Dios da en la humildad y la plenitud de corazón a su pueblo, a hacerlo conquistador de toda adversidad descendiente de su naturaleza animal.

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